A veces... los sueños se hacen realidad

Antes de dormirte... en ese entretiempo donde la realidad pierde sentido y la fantasía se coge de la mano con la imaginación, entras en el fantástico mundo de los sueños. Sueñas, sigues soñando, y sueñas sin cesar ...tienes la libertad de no tener límites. Si al despertar tienes la suerte de acordarte de ese sueño, te sientes extraordinariamente afortunado, y es en ese momento en el que te adueñas de él.
Un sueño que te fascina, que lo buscas y que cada día lo persigues con todas tus fuerzas, hasta que... un buen día te encuentras a alguien que con su generosidad, y seguramente sin saberlo, te pone en el camino para conseguirlo.
A veces pienso, que el camino para convertir tus sueños en realidad es desearlos intensamente con todas tus fuerzas.

El juego del paso del tiempo

Un día, sin más, te levantas y decides disfrutar de aquello que más echas de menos... el tiempo. Así que... decides salir y no hacer nada para tener todo tu tiempo para decidir que haces con él.
A medida que transcurre el día te vas sintiendo bien, tienes la sensación de poderlo dominar, controlar y es más... haces lo que quieres, cuando, como, donde y con quién quieres... en definitiva, eliges en cada momento.
Y en medio de tanta satisfacción personal, de repente te das cuenta que tienes que apresurarte para hacer todo aquello que quieres hacer, que... quizás no tendrás todo el tiempo necesario para hacerlo, porque al final... envejecer es el único camino para hacerse mayor.
A menudo me pregundo si el paso del tiempo no será un juego en el que cada uno decide que apostar.

Sílvia y Albert

Una tarde de viernes...un otoño aún veraniego...una pareja con ganas de unas buenas fotos...una buena ayudanta.
Qué más se puede pedir para un buen resultado...?